jueves, mayo 31

Here’s My History 2


Como bien muestra la imagen, este blog lo cree hace ocho años atrás. Hoy me hubiera gustado haber podido leer aquellas viejas entradas que un día borré y que de cierta manera formaron parte de mi infancia, de mi inocencia y de mi crecimiento. Poder ver cuánto he crecido como persona (y porqué no como escritora) hubiese sido algo estupendo. Sin embargo, me quedo con algunos pequeños recuerdos de lo que alguna vez compartí en este sitio.
Años después desde que borré todas las entradas de este blog, por fin puedo decir que ya me encuentro bien. Que otra vez he encontrado el sentido de la vida. De mi vida.
Pasé tiempos muy difíciles en los que simplemente sentí la necesidad de desconectarme de todo, incluso de mi misma. Sufrí mucho. Muchísimo. Al punto de sentir que nadie me podría llegar a hacer sentir mejor. Me llevó mucho tiempo mejorarme tanto física como psicológicamente y ahora ya casi no recuerdo cómo es que salí de nuevo a flote, pero lo hice. A lo mejor, algún día, me anime a escribir sobre aquel apagón en mi vida.

Punto y aparte.

Quiero decir que me siento mejor, pero al mismo tiempo sé que tengo mucho por mejorar. Y lo que más quiero resaltar es esto de estar de nuevo acá. Escribiendo otra vez. Para ningún público en especial y solo por placer (y no saben qué bien se siente estar de vuelta).

viernes, abril 6

«Dicho todo esto, lo que pienso hoy de Dios es muy sencillo. Pondré un ejemplo para explicarlo: yo tenía una perra fantástica. La había sacado de la perrera municipal. Era una mezcla de unas diez razas distintas, pero parecía haber heredado los mejores rasgos de todas ellas. Era de color marrón. Cuando la gente me preguntaba: ¿De qué raza es?, siempre les contestaba lo mismo: Es una perra marrón. Asimismo, cuando me preguntan: ¿Tú en qué Dios crees?, mi respuesta es sencilla: Creo en un Dios grandioso».



Del libro Comer, Rezar, Amar.